La degeneración macular es una enfermedad ocular que afecta de forma progresiva la visión central, dificultando actividades tan cotidianas como leer, conducir o reconocer rostros. A menudo, se presenta en personas mayores de 50 años, convirtiéndose en una de las principales causas de pérdida visual en el mundo. Aunque no siempre genera ceguera total, sí impacta la calidad de vida, por lo que identificarla y tratarla a tiempo es fundamental.
A continuación, conocerás qué es la degeneración macular, los tipos que existen, sus principales síntomas, factores de riesgo y cómo se diagnostica.
¿Qué es la degeneración macular?
La degeneración macular es una enfermedad ocular que daña la mácula, una pequeña parte de la retina ubicada en el centro del ojo. La mácula es responsable de la visión central nítida y detallada, la cual usamos para actividades que requieren precisión, como leer, escribir o conducir.
Cuando la mácula comienza a deteriorarse, las imágenes se vuelven borrosas o distorsionadas. En casos avanzados, se pueden formar manchas oscuras que dificultan la visión directa, aunque la visión periférica generalmente se mantiene.
En un centro de cirugía láser ocular especializado como Bogotá Laser, los pacientes pueden recibir un diagnóstico preciso y acceder a diferentes alternativas de manejo según la evolución de la enfermedad.
Tipos de degeneración macular
La degeneración macular se clasifica principalmente en dos tipos: seca y húmeda. Ambas afectan la mácula, pero lo hacen de formas distintas y con implicaciones diferentes en cuanto a la velocidad de progresión y al tratamiento requerido.
Degeneración macular seca
Es la forma más común, representando alrededor del 80-90% de los casos. Se caracteriza por un adelgazamiento gradual de la mácula debido a la acumulación de depósitos amarillentos llamados drusas. Estos se forman debajo de la retina y van deteriorando las células sensibles a la luz.
La progresión de la degeneración macular seca suele ser lenta, y al inicio puede no causar síntomas significativos. Sin embargo, con el tiempo, los pacientes pueden notar dificultad para leer en ambientes con poca luz, necesidad de mayor iluminación y, en etapas avanzadas, pérdida de visión central.
Aunque no existe un tratamiento curativo, acudir a clínicas oftalmológicas permite acceder a suplementos nutricionales y recomendaciones personalizadas que ayudan a ralentizar la progresión de la enfermedad.
Degeneración macular húmeda
Aunque menos común, este tipo es más agresivo y puede causar pérdida de visión más rápida. Se produce cuando crecen vasos sanguíneos anormales debajo de la retina. Estos vasos son frágiles y tienden a filtrar líquido o sangre, lo que daña la mácula de manera significativa.
Los síntomas suelen aparecer de manera repentina: visión borrosa, aparición de líneas onduladas o torcidas y manchas oscuras en el centro del campo visual.
En este caso, es fundamental iniciar un tratamiento degeneración macular con medicamentos anti-VEGF, láser o terapias combinadas, los cuales ayudan a frenar la enfermedad y preservar la visión. En un centro de cirugía láser ocular, estas opciones se aplican con tecnología de vanguardia y bajo la supervisión de especialistas en retina.
Principales síntomas y señales de alerta
Los síntomas de la degeneración macular pueden variar según el tipo y la etapa en que se encuentre. Es importante prestar atención a las siguientes señales:
- Visión borrosa o nublada, especialmente en el centro del campo visual.
- Dificultad para leer o reconocer rostros a pesar de usar gafas.
- Líneas rectas que se ven onduladas o distorsionadas (metamorfopsia).
- Aumento en la necesidad de luz para leer o realizar actividades detalladas.
- Manchas oscuras o vacías en el centro de la visión.
- Cambios en la percepción del color, que puede lucir apagado o menos intenso.
En fases tempranas, la enfermedad puede pasar desapercibida. Por eso, los controles en un espacio especializado en cirugía oftalmológica y diagnóstico visual son claves, sobre todo después de los 50 años.
Factores de riesgo y causas frecuentes
Aunque no siempre se conoce la causa exacta de la degeneración macular, existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollarla:
- Edad: es más común en personas mayores de 50 años.
- Genética y antecedentes familiares: tener familiares con la enfermedad incrementa la probabilidad.
- Tabaquismo: el cigarrillo multiplica el riesgo y acelera la progresión.
- Hipertensión y problemas cardiovasculares: afectan el flujo sanguíneo en la retina.
- Obesidad y mala alimentación: dietas pobres en antioxidantes y ácidos grasos saludables aumentan la susceptibilidad.
- Exposición prolongada al sol: los rayos UV pueden contribuir al daño ocular.
- Sexo: algunos estudios sugieren que las mujeres tienen una ligera mayor predisposición.
- Color de ojos: las personas con ojos claros podrían ser más vulnerables debido a una menor cantidad de pigmento protector.
Adoptar hábitos saludables, dejar de fumar y acudir periódicamente a clínicas oftalmológicas reduce de manera significativa la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
Cómo se diagnostica la degeneración macular
El diagnóstico temprano de la degeneración macular es clave para preservar la visión. Los oftalmólogos utilizan diversas pruebas para identificar la enfermedad y determinar su gravedad:
- Examen de fondo de ojo: permite observar directamente la retina y detectar la presencia de drusas o alteraciones en la mácula.
- Prueba de la rejilla de Amsler: ayuda a identificar distorsiones visuales, típicas en la degeneración macular.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): genera imágenes detalladas de la retina para evaluar el grosor y detectar acumulaciones de líquido o daño celular.
- Angiografía fluoresceínica: consiste en inyectar un tinte en el brazo para luego fotografiar los vasos sanguíneos de la retina y observar filtraciones o crecimiento anormal.
- Pruebas genéticas: en algunos casos, permiten identificar predisposición hereditaria.
Realizar estas evaluaciones en un centro de cirugía láser ocular garantiza acceso a equipos de última tecnología y especialistas capacitados para ofrecer un diagnóstico exacto.
La degeneración macular es una condición que afecta de manera considerable la visión central y, por tanto, la calidad de vida. Aunque no siempre puede prevenirse, sí es posible detectarla y tratarla de forma temprana para ralentizar su progresión y minimizar sus efectos.
Gracias a nuestra experiencia, un equipo médico altamente especializado en cirugía oftalmológica en Bogotá y tecnología de última generación, podemos garantizarte un tratamiento degeneración macular preciso y seguro.
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