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Hipermetropía: signos y síntomas

La hipermetropía puede pasar desapercibida si no conoces sus señales. Descubre los síntomas más comunes y más. ¡Sigue leyendo!
Hay molestias visuales que solemos normalizar: cansancio ocular al final del día, dificultad para leer de cerca o incluso dolores de cabeza que atribuimos al estrés. Sin embargo, muchas veces detrás de estos síntomas hay un defecto refractivo no corregido, como la hipermetropía, que exige atención médica.
Si te has preguntado si esos signos que te acabamos de mencionar tienen relación con tu visión, en este artículo de Bogota Laser Ocular Surgery te contamos todo lo que debes saber sobre la hipermetropía: sus signos, síntomas, cómo detectarla a tiempo y qué opciones existen para recuperar tu bienestar visual. ¡Sigue leyendo atentamente!
¿Cuáles son los síntomas de la hipermetropía?
Aunque muchas personas creen que la hipermetropía solo se manifiesta con visión borrosa, lo cierto es que puede producir una variedad de síntomas visuales y físicos que afectan el rendimiento diario, como:
- Fatiga ocular y cefalea frontal: para ver nítido de cerca, el músculo ciliar permanece contraído durante horas; ello provoca tensión periocular, sensación de pesadez y dolor en la frente o sienes al final de la jornada. Muchos pacientes describen ardor y lagrimeo que mejoran al apartar la vista de las pantallas.
- Entrecerrar los ojos para enfocar: al reducir la abertura palpebral, la pupila se estrecha y aumenta la profundidad de foco, logrando una nitidez momentánea. Este “truco” inconsciente es un marcador de hipermetropía no corregida; hacerlo de forma repetida genera arrugas de expresión tempranas y no resuelve la causa óptica.
- Cansancio, ardor o enrojecimiento tras actividades cercanas: después de leer o trabajar con el computador, el parpadeo incompleto y la sobrecarga en el músculo desencadenan enrojecimiento, sequedad y sensación de cuerpo extraño. Estos signos de estrés ocular se agudizan en ambientes con aire acondicionado o iluminación deficiente.
- Estrabismo acomodativo intermitente en niños: en la infancia, un grado alto de hipermetropía obliga a converger excesivamente para mantener el enfoque; es decir, el cerebro del niño hace que los ojos se giren ligeramente hacia adentro para poder ver con claridad. Como consecuencia, aparece una desviación conocida como esotropía que se hace más notoria al final del día. Sin corrección óptica precoz, puede derivar en ambliopía u ojo vago.
¿Cómo saber si tienes hipermetropía?
Los exámenes clínicos, indispensables para obtener un diagnóstico certero y evitar consecuencias visuales a largo plazo, pueden incluir:
- Consulta oftalmológica completa: incluye exámenes especializados, en donde el especialista de la clínica oftalmológica descarta patologías asociadas, determina la agudeza visual basal y define qué pruebas complementarias son necesarias. Sin esta valoración integral, la hipermetropía latente puede confundirse con fatiga digital o migrañas tensionales.
- Test de agudeza visual de lejos y de cerca: en este examen, el médico compara tu rendimiento a distintas distancias. El hipermétrope suele alcanzar 20/20 en visión lejana joven, pero revela déficit inmediato cuando lee textos próximos, señal de esfuerzo acomodativo excesivo. Este contraste es la pista inicial que guía el diagnóstico posterior.
- Refracción y queratometría computarizadas: el optómetro proyecta un haz infrarrojo dentro del ojo y lee el error esférico o cilíndrico; la queratometría, por su parte, mide la curvatura corneal. Juntas ofrecen una estimación objetiva del grado hipermetrópico y descartan astigmatismo concurrente, información clave para prescribir gafas o decidir si es elegible para someterse a una cirugía láser en los ojos.
- Retinoscopía bajo cicloplejía: este examen se realiza aplicando unas gotas especiales que detienen temporalmente el enfoque automático del ojo. Al hacerlo, se revela el verdadero grado de hipermetropía, incluso en pacientes que la han estado compensando sin notarlo. El especialista observa cómo se comporta la luz dentro del ojo y ajusta lentes de prueba hasta encontrar la medida exacta del defecto visual.
- Topografía corneal: un escáner proyecta miles de puntos sobre la córnea y genera un mapa de curvaturas; así se descartan ectasias y se determina si eres candidato a cirugía láser (LASIK/PRK). También sirve para monitorizar la evolución de la superficie corneal en hipermetropías elevadas o irregulares.
Efectos a largo plazo de la hipermetropía sin tratamiento
Ignorar la hipermetropía o aplazar su corrección puede tener consecuencias más serias de lo que parece. Aunque al principio los síntomas pueden ser leves o intermitentes, con el tiempo esta condición puede generar afectaciones como:
- Ambliopía (ojo vago): cuando el cerebro recibe constantemente una imagen borrosa de uno de los ojos, comienza a ignorarla. Esto provoca que el ojo afectado no desarrolle su visión de forma adecuada. Si no se corrige a tiempo, especialmente en la niñez, esta pérdida de visión puede volverse permanente y difícil de recuperar en la adultez.
- Desviación ocular (estrabismo): en los niños con hipermetropía moderada o alta, el esfuerzo que hace el ojo para enfocar puede provocar una desviación hacia adentro. Este tipo de estrabismo, si no se trata, puede volverse constante y afectar tanto la estética como la función visual, dificultando la percepción de profundidad y la coordinación entre ambos ojos.
- Mayor riesgo de crisis de presión ocular (glaucoma de ángulo cerrado): las personas con hipermetropía alta suelen tener ojos más pequeños, lo que reduce el espacio entre las estructuras internas. Esto puede favorecer aumentos bruscos de la presión ocular, un problema que si no se atiende de inmediato puede dañar el nervio óptico y causar pérdida visual.
- Dificultades académicas o laborales: las personas que no la han corregido con una operación de hipermetropía con láser, lentes u otros tratamientos, experimentan mayor fatiga visual al leer o usar pantallas, esto interfiere con la concentración, el aprendizaje y la productividad. Muchas personas rinden menos en sus estudios o en el trabajo sin saber que el origen está en su visión.
- Dolores de cabeza frecuentes: el esfuerzo constante por enfocar, especialmente durante actividades cercanas, puede generar cefaleas que se repiten a diario. Estos dolores suelen afectar la zona frontal o alrededor de los ojos y disminuyen notablemente cuando la hipermetropía es diagnosticada y tratada adecuadamente.
¿Cómo tratar la hipermetropía?
La buena noticia es que la hipermetropía se puede tratar, y según tu edad, estilo de vida y grado de afección, existen diferentes opciones para recuperar una visión cómoda y estable. A continuación te contamos sobre algunos de los tratamientos para hipermetropía:
- Lentes intraoculares fáquicas o pseudofáquicas: este tratamiento está indicado para casos de hipermetropía elevada o para personas que no son candidatas a cirugía de ojos con láser. Consiste en implantar una lente dentro del ojo, sin alterar la córnea. Es una opción segura y eficaz, sobre todo cuando el defecto es muy alto o el paciente busca independencia total de corrección externa.
- Gafas con fórmula personalizada: son la opción más común, especialmente en niños, adolescentes y adultos con hipermetropía leve o moderada. Corregir el defecto con gafas mejora de inmediato la visión cercana y reduce síntomas como el cansancio visual o los dolores de cabeza. También ayudan a controlar el desarrollo de problemas asociados, como el estrabismo infantil.
- Lentes de contacto: son una alternativa práctica para quienes prefieren evitar las gafas. Los lentes empleados para la hipermetropía están disponibles en diseños blandos, rígidos y de alta tecnología que corrigen eficazmente. Son especialmente útiles para quienes tienen una vida muy activa, aunque requieren cuidados específicos para evitar infecciones o molestias.
- Cirugía refractiva con láser (LASIK): actualmente, es la mejor opción para corregir la hipermetropía de forma definitiva. El procedimiento modifica la curvatura de la córnea para que las imágenes se enfoquen correctamente en la retina. Es rápido, indoloro y ofrece una recuperación visual casi inmediata. Diversos estudios han demostrado que la cirugía LASIK ofrece altos niveles de seguridad y satisfacción, siendo ideal para pacientes entre +0.75 y +6.00 dioptrías que desean dejar de usar gafas o lentes de contacto.
Conoce más detalles sobre los tratamientos para la hipermetropía
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