Se aplica una solución con alcohol en el ojo para ayudar a desprender la superficie de la cornea (epitelio).
Se remueve el epitelio dejando la córnea al descubierto.
Se usa el láser para moldear la córnea y corregir el defecto visual.
Se pone sobre la córnea un lente suave, como una curita, para ayudar a proteger el ojo mientras sana.
El PRK consiste en remover el epitelio (la capa superior de la córnea) con alcohol. Esta cirugía es usada para pacientes a los cuales no se les puede hacer un corte en el epitelio.
Consiste en la remoción del epitelio con alcohol, para exponer el estroma subyacente y tallar la córnea con láser, de acuerdo al defecto refractivo (Miopía, Hipermetropía, Astigmatismo, Presbicia y Queratocono). Se coloca el lente de contacto terapéutico para una mejor recuperación.
Esta cirugía se hace para las personas a las cuales no se les puede hacer un corte en el epitelio. El procedimiento puede generar algunas molestias. Tiene una incapacidad de 4 a 5 días.